Entrevista a Mgtr. Fiorela Anaí Fernández Otoya

Doctorante en Investigación e Innovación Educativa

Edición 21 LR LATAM

Por María Isabelle Nieto Ramos

Latinoamérica enfrenta un inevitable proceso de cambio que incide en casi todas las áreas del sector social. La tecnología se ha apoderado rápidamente de nuestra vida cotidiana, de nuestro trabajo y hasta de nuestra educación. Las sociedades avanzadas se muestran capaces de responder ante tales cambios y adaptarlos a su flujo de actividades. Las sociedades subdesarrolladas -como las nuestras- se enfrentan a la rigidez de sus instituciones y procedimientos, y no se muestran capaces de responder a la velocidad de las nuevas demandas del primer mundo.

 “La calidad de un programa a distancia está determinada por adecuada coordinación e integración de todos los elementos que lo constituyen, en este caso: el rectorado, decanato, facultad, docentes, estudiantes, los materiales didácticos, los medios tecnológicos, etc.”

Sin un sistema educativo de calidad, de innovación continua, de educación exageradamente escolarizada y memorística, la educación latinoamericana se ve en la necesidad de implementar la modalidad a distancia, que destruye barreras de tiempo y distancia, y que rompe con muchos paradigmas para buscar nuevas formas de aprendizaje.

Las universidades de los países en desarrollo enfrentan el desafío de servir a una población cada vez mayor de estudiantes, más diversificada social y culturalmente, en un nuevo ambiente social, más dinámico y turbulento; es por este motivo que LEARNING REVIEW se entrevistó con la experta en educación y tecnologías de la información, Fiorela Fernández.

Learning Review: ¿Qué riesgo implica confundir la educación virtual como sinónimo de educación mediatizada por TIC's? ¿Es esto lo que se viene dando en el ámbito latinoamericano de educación superior?

Fiorela Fernández: La Educación virtual es un sistema de teleformación que aprovecha las actuales infraestructuras de Internet, convirtiendo parte de éstas en un medio que permita la impartición de acciones formativas no presenciales, evidentemente sin la necesidad de que las partes implicadas coincidan en espacio y tiempo, proporcionando un abanico de soluciones que aúnan la adquisición de conocimiento, habilidades, actitudes y capacidades.

En el ámbito latinoamericano de educación superior se suele a veces confundir la educación virtual con educación mediatizada por TIC´s. Cuando un aula física-presencial se ve implementada con medios tecnológicos como proyectores de multimedia, videos, cassettes, computadoras, etc., no estamos hablando de una Educación Virtual, sino de una Educación mediatizada por TIC´s.

En el modelo de educación a distancia es esencial que el estudiante sea capaz de tomar sus propias decisiones, aceptar responsabilidades, actuar independientemente, manejar su tiempo y espacio, y superar obstáculos. El estudiante debe ser capaz de contestarse permanentemente preguntas tales como: ¿qué aprender? ¿para qué aprender? ¿cómo aprender? ¿cuándo aprender? y ¿dónde aprender? Es por esta razón, que la universidad debe establecer claramente el perfil deseado del estudiante a distancia, de manera que el propio estudiante evalúe y determine si, además de poseer las destrezas y el acceso a la tecnología mínima requerida, también tiene la motivación y el compromiso que requiere aprender bajo esta modalidad.

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