La universidad 2.0 supone la adopción de los parámetros de la web colaborativa para conseguir una universidad más social en la cual los integrantes de la misma puedan participar de forma abierta.
Según los investigadores, Elvira San Millán, Francisco Blanco y José Carlos del Arco, los ámbitos de adopción de 2.0 han de abarcar la implantación gradual del software social en distintas áreas de interés de la universidad como son la docencia y la investigación mediante E-learning, biblioteca, servicios de información y registro, servicios de política social y cultural, administración, comunicación interna y externa corporativa y órganos colectivos y unipersonales de la institución académica, incluyendo al rectorado.
Éstos, sostienen que las propuestas recientes de varios autores plantean el papel que pueden desempeñar las tecnologías y herramientas web 2.0 (software social) en el seno de la universidad, con objeto de crear un espacio de comunicación abierto entre los miembros de dicha institución (PDI, PAS, alumnos, equipo de gobierno), y el conjunto de la sociedad para conseguir una universidad más abierta y conectada entre sus componentes. No obstante, la adopción del enfoque 2.0 en la universidad presenta una serie de barreras, empezando por la ausencia de una definición formal del concepto, la inexistencia de una cultura corporativa universitaria que adopte con facilidad la web social, la inmadurez de las propuestas tecnológicas 2.0 y la falta de experiencia en el uso de las mismas por parte de la comunidad universitaria, aunque esta situación está cambiando poco a poco con el empuje del espíritu Bolonia, (por ejemplo, véase el portal elearningeuropa.info es una iniciativa de la Dirección General de Educación y Cultura de la Comisión Europea destinada a fomentar el uso de las TIC para el aprendizaje a lo largo de toda la vida en el que se recogen estrategias de la web social para educación universitaria).
Las experiencias actuales de implantación de software indican que en las universidades se está empezando tácticamente de abajo hacia arriba frente a la visión más estratégica expresada en los planes de acción (de arriba abajo). A pesar del camino que falta por recorrer según indican los investigadores, se han desarrollado muchas herramientas dentro de este ámbito: las tipo blog académico-divulgativo (edublogs, weblog, videoblog,), redes sociales, feeds, agregadores de fuentes RSS, (formato para la sindicación de contenidos de páginas web), o Atom, que informan en tiempo real de las actualizaciones. Igualmente han surgido Widgets, gadgets, los miniblogs con twitter, wikis, podcast para conferencias y clases, videocast, e-pizarra, e-portafolio, PLEs (personal Learmning Enviroment), o mundos virtuales como Second Life que recrea espacios docentes o servicios de biblioteca. Las aportaciones de la web 2.0 a la educación, según los autores más recientes, son las posibilidades que ofrecen a los estudiantes para producir contenidos individuales y compartir conocimiento.
Sin embargo, la consecución de una universidad 2.0 no es tarea fácil e inmediata puesto que supone alcanzar una visión de una universidad en la que la comunidad de usuarios participe y colabore, lo que plantea todo un reto en una institución tradicionalmente cerrada y estructurada en jerarquías organizativas. Es necesario afrontar la resistencia al cambio en la propia institución, aunque un cambio de cultura y mentalidad es un reto complicado de asumir que sólo puede lograrse mediante la formación y la institucionalización de una iniciativa que dote de coherencia y consistencia a todas las iniciativas planteadas desde la base de usuarios. Por otra parte, la falta de medios, recursos e infraestructuras puede frenar la adopción del software social universitario.
Fuente: www.madrimasd.org